sábado, 15 de mayo de 2010

El adiós de Aragorn



“But let us not be overthrown at the final test, who of old renounced the Shadow and the Ring.
In sorrow we must go, but not in despair. Behold! we are not bound forever to the circles of the world,
and beyond them is more than memory, Farewell!”
“Estel, Estel!” she cried, and with that even as he took her hand and kissed it, he fell into sleep.”

(“The tale of Aragorn and Arwen”, The Lord of the Rings)




[Aragorn:]

Henos aquí ahora en la última orilla,
como aquella de Mithlond que vio partir a Frodo
hacia Tierras de Ocaso, hacia el Reino Bendito
a través del vinoso Belegaer, el Mar Ancho;
heme aquí ahora, llegado a la última orilla,
pero ésta es más áspera y el mar es más ignoto,
más misterio el Misterio que aguarda al otro lado.

Mas no muere el amor porque no nos veamos...
rboles, S. Martiarena)

Namárië, oh namárië, guerreros de mis días,
si tres es Compañía, nosotros fuimos Pueblo,
Nación de los valientes que batalla en el campo
contra el Ojo Maligno que marchita la Tierra.
¡Oé!, lanza y escudo, espadas y caballos
opusimos en huestes frente al mismo Morannon:
la Noche se hizo Día, el día que luchamos.

No cubráis las cabezas con luto y con cenizas:
cenicientos los puertos de donde zarpa el barco,
será blanca la orilla que vea al otro lado.
Todo lo gris muere, mas renace en fulgor blanco,
como el sabio Mithrandir que cayó en el abismo,
y fue resucitado por misteriosa mano.

Oh, no muere el amor porque no nos veamos...

En batallas de hierro contra el Negro Enemigo,
otra fuerza –no Frodo– lo sostuvo en su viaje,
otra fuerza –no yo– guió mi espada y mi mano.
Acaso sea la misma la que ahora me lleva
y preserve mi vida en un cielo lejano.
Acaso nos veamos en las salas eternas,
un lugar más allá del Palacio de Mandos.

Reconstituí la Espada y el Reino y la Esperanza,
ya Narsil está entera, ya está en trono mi Eldarion:
mi tarea cumplida, ya se aleja mi barco.

Mas no muere el amor porque no nos veamos...


(Pero lágrimas corren por sus blancas mejillas
cuando toma la mano de su Estrella querida).


[Arwen:]

Estel, ah Estel,
espada sombría,
en casa de mi padre
conocí mi desdicha
(amada de un mortal
en inmortales días),
y esperé tu llegada
como el alba del día.

¿Quién llenará mi copa
al final de mi vida?


[Aragorn:]

Arwen, oh Arwen,
élvea hermosura,
bajo el bosque de umbras
abracé tu cintura.
¡!, ojos bellidos
de la honda tristura,
ojos me han esperado
en la espera más pura.

Namárië, oh Arwen,
Reina siempre florida,
no beberé más la copa
que tú me escancias, querida,
hasta que vuelva a beberla
contigo en el nuevo Día.


Mucho más hay que recuerdos,
más allá de esta vida.

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